Al menos 106
mil peruanos que consumen drogas ilícitas necesitan de manera urgente
algún tipo de tratamiento para combatir su adicción. Esta cifra se desprende
del informe “Pasta básica de cocaína, cuatro décadas de historia, actualidad y
desafíos”, que presentaron ayer la Oficina de las Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés) y la Comisión Nacional para
el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
Si
bien no hay cifras exactas sobre el número de consumidores de drogas ilícitas
en nuestro país, el que más de cien mil personas sean consideradas adictas
refleja una realidad preocupante que debe ser abordada de manera integral. “Son
106 mil peruanos que ya están en la fase de enfermedad adictiva, es decir, que
ya presentan síntomas propios del abuso de las drogas y grandes problemas para
dejar de consumirlas”, asegura el psicólogo clínico de Cedro Milton Rojas,
editor e investigador principal del informe presentado por la Unodc y Devida.
El mencionado estudio
también revela que en el Perú la iniciación en el
consumo de la pasta básica de cocaína (PBC) se da ahora a los 13 años.
Hasta el 2006, la edad de inicio se daba entre los 14 y 15 años.
“Se
trata de una droga muy accesible, que está expandiendo su alcance y que causa
problemas a nivel individual y social. Un cigarrillo de PBC puede costar entre
30 y 50 céntimos y es igual de adictivo y peligroso que la heroína.
Según el informe de la
Unodc y Devida, el 60% de los consumidores de PBC (unas 33.280 personas) y el
48% de consumidores de cocaína (24 mil personas) presentan signos de
dependencia. Señala, además, que de cada diez personas que
prueban la pasta básica, seis se vuelven adictas. “Sin embargo,
la oferta terapéutica en el Perú para estas adicciones es muy pobre, sobre todo
para los adictos a la PBC.
Tanto Mirella como Rojas
hacen énfasis en el crecimiento del consumo de PBC en localidades de la selva.
“Preocupa que en las áreas del Alto Huallaga, de la selva de Cusco y en las
localidades del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), que antes
eran zonas solo de producción, hoy se esté fumando pasta básica”, indican.
Actualmente, el índice de consumo de PBC en la selva es de 1,4%, mientras que
en Lima el índice es de 0,8%. “Esta nueva realidad obliga a que el Estado no
solo se preocupe por las políticas de interdicción, sino que debe incluir
enfoques de prevención y tratamiento del consumo”, indica Roja.
FUENTE: EL COMERCIO.PE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario